Andalucía
Bodegas Cauzón
Nos comentan que, en las estribaciones montañosas cercanas a Guadix, había un bodeguero único por sus vinos. Hablamos con él y nos dice que tiene poco vino, pero qué, aun así, antes de enviarlo tenemos que ir a verle. Por cierto, este hecho se ha repetido muchas veces con otros bodegueros, y lo entendemos. Ellos quieren conocer con quién van a dejar a “sus hijos”. Es entendible. Y a más inri, lo compartimos.
Después de estar visitando unos días a nuestro amigo Federico Schatz, de vuelta a tierras alicantinas, teníamos una cita con Ramón en su pueblo, Cortes y Graena. La bodega pequeña, pero de una pulcritud absoluta. Ramón empezó a darnos a catar sus vinos. Nos emocionaron desde el primer trago y él captó rápidamente nuestro estado de ánimo y se transformó, literalmente. Empezó a destapar botellas y pallets. Como suena. Nos explicamos. No nos iba a dejar ir de vacío a Alicante. Íbamos a llevarnos todas sus referencias. ¡Le habíamos caído muy bien! Nunca olvidaremos como, cúter en mano y con precisión absoluta, empezó a deshacer pallets diciendo, “este se va a Nueva York con alguna caja menos…y este a Londres, igual” Las risas, los abrazos, inundaban la bodega. Cuando nos íbamos, con más abrazos y besos, el coche iba a su máxima capacidad y nos dijo: “os voy a ayudar en lo que pueda y en cuanto las fechas me dejen, estoy con vosotros en Alicante”. Y así fue.
Su vista da para escribir un relato largo con humor y enjundia británica. Solo diremos que los que tuvieron el privilegio de estar presentes en esa cata se fueron abrazados, besados y enamorados de Ramón y de sus vinos. No hay palabras para describir lo que se vivió en Vinos Utópicos. ¿Sus vinos? Su sello, vinos elegantes, sin límites, barrocos, puros, camino de la perfección, vitales…
Los vinos de Bodega Cauzón